Alcachofa típica del Lacio, recogida a mano y cocida entera con su tallo (rabo), lo que intensifica su sabor y mejora su textura, además de aportarle un toque muy tradicional. De carne tierna y sabor suave, es ideal como antipasto o guarnición. Su preparación conserva el carácter artesanal y rústico del producto original. Ideal frita, asada, cruda o guisada.
