Sal

HALEN MÔN

Halen Môn es una admirable empresa artesana de la isla de Anglesey. Allí, Alison y David se dieron cuenta de que la sal era insólitamente limpia. Les picó la curiosidad, y se percataron de que los abundantes mejillones de la zona y la arena de la costa servían de doble filtro natural para obtener una sal tan pura.

Producirla es un laborioso proceso que se prolonga entre diez y doce días desde que sale del mar hasta que está lista para llegar a la mesa. «Y tiene que llegar siempre crujiente y purificada, laminada pero no mucho, grande pero no en exceso», afirma David.

Flor de sal (Sal blanca pura fina) 100% sal marina Halen Môn

HALEN MÔN

Halen Môn es una admirable empresa artesana de la isla de Anglesey. Allí, Alison y David se dieron cuenta de que la sal era insólitamente limpia. Les picó la curiosidad, y se percataron de que los abundantes mejillones de la zona y la arena de la costa servían de doble filtro natural para obtener una sal tan pura.

Producirla es un laborioso proceso que se prolonga entre diez y doce días desde que sale del mar hasta que está lista para llegar a la mesa. «Y tiene que llegar siempre crujiente y purificada, laminada pero no mucho, grande pero no en exceso», afirma David.

En Halen Môn, la sal se cristaliza de manera tradicional y sin ningún aditivo. El simple gesto de ponerse un copo en la boca nos puede dar la medida de la calidad que atesora y del salto gustativo que representa ante otras sales de escamas industrializadas.

SAVINI TARTUFI

En la Toscana, en Forcoli, Cristiano Savini cuenta con una amplia red de buscadores de trufas en cualquier estación del año. La trufa blanca de otoño, la más apreciada y refinada (Tuber magnatum Pico), y las cinco o seis variedades de trufa negra que se recogen en invierno, en primavera o en verano empezando por la más conocida y perfumada
(Tuber melanosporum Vitt).

Con un siglo de experiencia, la familia Savini ha amasado los secretos de esta criadilla de tierra: los mejores y raros lugares para encontrarla, la técnica de almacenaje, y unas suculentas recetas para consumir trufa todo el año.

HALEN MÔN

Producirla es un laborioso proceso que se prolonga entre diez y doce días desde que sale del mar hasta que está lista para llegar a la mesa. «Y tiene que llegar siempre crujiente y purificada, laminada pero no mucho, grande pero no en exceso», afirma David.

En Halen Môn, la sal se cristaliza de manera tradicional y sin ningún aditivo. El simple gesto de ponerse un copo en la boca nos puede dar la medida de la calidad que atesora y del salto gustativo que representa ante otras sales de escamas industrializadas.

Sal con especias ecológicas
Un 20 % de especias: paprika, nuez moscada, clavo, pimienta negra y de cayena, cilantro, comino, gengibre, cúrcuma, canela. Una sal adecuada para cremas de verduras.

HALEN MÔN

Halen Môn es una admirable empresa artesana de la isla de Anglesey. Allí, Alison y David se dieron cuenta de que la sal era insólitamente limpia. Les picó la curiosidad, y se percataron de que los abundantes mejillones de la zona y la arena de la costa servían de doble filtro natural para obtener una sal tan pura.

Producirla es un laborioso proceso que se prolonga entre diez y doce días desde que sale del mar hasta que está lista para llegar a la mesa. En Halen Môn, la sal se cristaliza de manera tradicional y sin ningún aditivo. El simple gesto de ponerse un copo en la boca nos puede dar la medida de la calidad que atesora y del salto gustativo que representa ante otras sales de escamas industrializadas.

Sal ahumada
Ahumada con madera de roble galés en un ahumador propio. Da un toque suave y especial a cualquier plato.

HALEN MÔN

Halen Môn es una admirable empresa artesana de la isla de Anglesey. Allí, Alison y David se dieron cuenta de que la sal era insólitamente limpia. Les picó la curiosidad, y se percataron de que los abundantes mejillones de la zona y la arena de la costa servían de doble filtro natural para obtener una sal tan pura.

Producirla es un laborioso proceso que se prolonga entre diez y doce días desde que sale del mar hasta que está lista para llegar a la mesa. «Y tiene que llegar siempre crujiente y purificada, laminada pero no mucho, grande pero no en exceso», afirma David.

Sal marina de apio, con agradable e intenso olor a apio derivado de semillas de apio molidas y de tonos marrone claros. Textura escamosa y sin escamas superiores a 2 cm.