Blog
TALLER TÉCNICO DE FINAGRICOLA
Los días 14 y 15 de octubre hemos celebrado en las instalaciones de Colmado Singular el taller técnico de Finagricola que forma parte del proyecto “Live fresh healthy mediterranean” financiado por la Unión Europea. Se trató de un evento donde pudimos disfrutar de su historia, formas de elaborar y aplicaciones de la mano de distintos restaurantes del sector como por ejemplo: Les Cols, Quince Ous y Sinofos.
Si Finagricola fuera una canción, sería “Harder, Better, Faster, Stronger” de Daft Punk. Una máquina inagotable de generar tomates. Sus movimientos son orquestados, metódicos e impecables. A Finagricola el proceso de industrialización no le ha alterado en lo más mínimo sus ganas de mejorar el producto que ofrecen. Sus tomates son dulces y ácidos. Maduros y verdes. Grandes y pequeños. La esencia misma de la fruta. Las variedades que trabajan son muchas, las que aquí nos incumben cuatro: tomate datterino amarillo, tomate datterino roso, tomate largo en su jugo y passata di pizzutello.
Finagricola es la empresa matriz, a partir de la cual nacen: Cosi Com’è y Grangusto. En el origen, se trataba de una cooperativa que tenía como objetivo mantener viva la manera de proceder en el cultivo natural. Con la evolución lógica de lo natural a la conserva, nace: Grangusto, cuyo objetivo principal, era y es, el de ofrecer las virtudes de una fruta fresca y de temporada durante todo el año.
Innovación, tecnología y tradición
Tres conceptos que no tienen por qué ser excluyentes. Finagricola es el claro ejemplo de ello. Trabajan la identidad del territorio en el momento en el que producen la fruta por excelencia del territorio italiano.
Innovación, tecnología, optimización. Antes de seguir leyendo, vamos a hacer una pausa y definir brevemente qué significa exactamente el proceso de industrialización para Finagricola. No es ni más ni menos que el apoyo necesario de la tecnología y la maquinaria para satisfacer las necesidades de una demanda de tomates de calidad siempre en su mejor versión. Dentro de ese mecanicismo hay un corazón pequeño y dulce, rojo, amarillo y verde: el tomate. No les sirve si no alcanza unos parámetros de calidad óptimos, no vale que sean insípidos, que no estén lo suficiente maduros o que no cumplan con unos mínimos en su forma. Trabajan sin descanso, los recogen a mano, la selección es exhaustiva, delicada y sin pausa.
Una empresa con 30 años de historia, un recorrido corto con un logros inmensos.